DESPEDIDA DE NUESTRO QUERIDO JOSÉ RAMÓN:
Permanecerás en nuestro recuerdo, José Ramón.
José Ramón Velasco Franco, nacido el 2 de septiembre del año 1965. Doctorado en Filosofía, Licenciado en Teología y Diplomado en Magisterio. Director del Centro Diocesano de Teología en Getafe, donde imparte clases. Tras ocho años sirviendo en nuestra parroquia, se marcha a emprender una nueva misión que el Señor le encomienda. Su nuevo destino como párroco será la parroquia de Santa Teresa de Jesús, en Getafe.
Domingo, 31 de agosto del 2014. Una fecha que sin duda, todos guardaremos en el recuerdo. Un día triste, de despedidas, pues el Padre José Ramón nos deja después de tanto tiempo con nosotros. No quiso irse sin antes dar su última misa aquí, que tuvo lugar a las 13 horas. José Ramón en su Homilía, quiso transmitirnos, como es costumbre en él, mensajes muy claros: “Vivir de cara a Dios con intensidad y vincularse a Él”. Nos dijo también, que “la gente no entiende la fe hasta que Dios toca sus corazones”, no tenemos que dejarnos llevar por el mal, “que nos aparta de la cruz”.
Alguno de tus feligreses te acompañaron desde que llegaste, otros sin embargo, te conocemos desde hace no tanto. Pero todos compartimos un sentimiento, ya eres algo nuestro, formas parte de nuestra vida y, aunque dejas de ser nuestro párroco, ocuparás siempre un lugar imborrable en nuestra memoria.
¡Tenemos que darte gracias por tantas cosas!
Gracias por habernos acompañado en todos nuestros momentos, escuchándonos pacientemente a todos y cada uno de tus feligreses. Sólo podemos agradecerte habernos ayudado y orientado en el camino de la fe, en nuestra formación, en este mundo que, en ocasiones, nos resulta un tanto complejo.
Con tu ejemplo, hemos podido conocer al Señor, con tus sabios consejos has conseguido hacernos mejores cristianos, acercarnos a Dios y guiarnos en el camino de la santidad. Gracias por tanto tiempo, por tu dedicación, por dar a esta parroquia tantos momentos inolvidables: los campamentos, las catequesis, y tu genial idea de crear el grupo Everest, tus magnificas homilías. Por dar vida a la parroquia y buscar un lugar donde cada uno de nosotros nos hemos sentido involucrados, como si estuviéramos en nuestra casa. Pero no sólo te has preocupado por nosotros, sino por otros que se encuentran a miles de kilómetros de aquí, en Nicaragua, niños que necesitaban ayuda y que gracias a tu empeño hoy tienen una vida mejor. Gracias por hacer tuyas nuestras preocupaciones, nuestras inquietudes, por tender siempre la mano a aquel que te lo ha pedido.
Gracias, muchas gracias por tantas cosas de las que ahora posiblemente no me acuerdo, pero que el tiempo me hará recordar, porque aunque dicen que lo borra todo, en este caso, ya te digo yo que no, porque en La Inmaculada, has dejado huella.
No te olvides de nosotros nunca, José Ramón, pues no sabemos cuantos destinos más te tendrá preparados el Señor, pero todos los que formamos esta parroquia, siempre nos acordaremos de nuestro párroco. Gracias Señor, por haber puesto a José Ramón en nuestro camino y habernos permitido compartir estos ocho años con él.
Y aunque estamos felices por este nuevo reto que se te presenta y que sabemos te hace feliz, es inevitable que se nos escape alguna que otra lágrima y que sintamos tanta tristeza por tu marcha. Pero como tú mismo nos dijiste en tu despedida, «seguiremos unidos en el Señor».
Clara Fernandez.
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