BENDICIÓN DE MUJERES EMBARAZADAS 2014:
La Apuesta por la Vida:
¿Qué es apostar por la vida? En principio, parece que todo el mundo diría si se le pregunta que él o ella, también apuestan por la vida, pero luego vemos en el día a día, en las noticias, en lo que se respira que no es así.
Tengo 43 años y he tenido 7 embarazos, de los cuales, los cuatro primeros fueron seguidos entre los 30 y los 39 años. Unos embarazos sin complicaciones y unos niños sanos, y la verdad, es que a medida que nos visitaba un nuevo compañero de vida, un inquilino más, sentías una gran apuesta por la vida en toda la familia, que te hace vivir más intensamente.
Hoy en día, buscamos la felicidad en todo lo que hacemos, pues me atrevería a decir, que la felicidad roza con esa apuesta por la vida.
A los 40 años, me quedé embarazada de mi quinto hijo y cual fue mi sorpresa en la ecografía de las 20 semanas de gestación, cuando me comunica el médico que no desempato (ya que en la fecha tenía 2 niños y 2 niñas) porque no tiene latido el bebé desde hace semanas. En ese momento, sientes un hachazo en esa vida, pero con la ayuda de Dios, entiendes que has apostado, y en este caso, la apuesta ha sido total, no te esperas, que el premio a esa apuesta se lo vaya a llevar Dios tan pronto, pero sientes que la intensidad de la familia también está en esa distancia física que ahora tenemos de nuestra hija –ya que era una niña-.
A los nueve meses de la pérdida física, me volví a quedar embarazada de mi sexto hijo, y otra vez apuestas por la vida, me acuerdo, que cuando lo comunicamos a familiares y amigos, no todo el mundo entiende esa apuesta, pero hubo alguien que nos dijo ¡VIVA LA VIDA! y la verdad, es que aflora toda esa intensidad que roza con la felicidad.
A las ocho semanas, sufrí un aborto espontáneo y volví a revivir en el mismo hospital lo que hacía nueve meses había sufrido, hasta los mismos celadores me bajaron para realizar el legrado, pero en el fondo, era una apuesta por la vida y Dios está contigo cuando tu fin es la intensidad de vivir.
Al mes de sufrir esa nueva pérdida física, me quedé embarazada de mi séptimo hijo y ahora estoy en el sexto mes de embarazo, es una niña y por ahora todo va bien, con miedos no lo puedo negar, pero hasta en esos miedos, está la vida, con esa intensidad de la que os hablaba, de la que participamos todos y en todo.
Por ello, no es apostar por la vida por supuesto el aborto, ya que no hay apuesta alguna en matar a nuestro hijo en el vientre, pero tampoco es apostar, cuando nos ponemos excusas, condiciones o nos agarramos a situaciones, para no vivir la intensidad de la apuesta por la vida; así que luchemos y apostemos por la VIDA y nos acercaremos a esa intensidad tan buscada y tan poco hallada en nuestros días.
Nuria.
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