25 ANIVERSARIO DE LA ORDENACIÓN SACERDOTAL DE NUESTRO PRIMER PARROCO ANTONIO SOLER:
El pasado 28 de Abril, nuestro primer párroco, Antonio Mª Soler, celebraba sus 25 años de ordenación sacerdotal. Por tal motivo, el 07 de Mayo en Ciempozuelos, celebró una Eucaristía de Acción de gracias.
No podemos contaros de primera mano cómo fue Antonio como párroco porque sólo coincidimos con él en la parroquia durante 6 meses, ya que justo el año en el que nosotros llegamos a La Inmaculada era el año en el que se iba de misiones a Oporto. Pero eso es lo de menos, lo que sí sabemos es cómo es como sacerdote y amigo. Y además es el padrino de nuestro hijo mayor, ayudándonos a educarle en la fe desde hace 7 años.
La Eucarístía fue muy sencilla, a la vez que emocionante (acompañado de 14 sacerdotes y varios seminaristas). Empezó con una monición de entrada que realizó Chema, uno de sus 8 hermanos y nos contaba como su madre, Carmenchu, decía que de todos los hermanos, Antonio era el Don de Dios, mostrando cierta preferencia por él. Y como quería ser piloto, y aunque tiene muchas horas 
de vuelo …., al final el Señor quiso llamarle para ser sacerdote.
De la homilía, nos quedamos con dos palabras que dijo Antonio: “gracias” y “perdón”. Y también nos recordó las palabras que les dirigió el Papa Francisco, en la homilía de la misa del día 28 de Abril, en la que Antonio pudo concelebrar con su Santidad. Les dijo que sin la oración, no hay 
sitio para el Espíritu Santo, que pidamos a Dios que nos envíe este don para que podamos discernir en cada momento lo que debemos hacer, y que no tengamos miedo a las sorpresas del Espíritu Santo.
Al terminar la Eucaristía, Antonio volvió a dar las gracias a sus padres, hermanos y sobrinos, a los feligreses de Sevilla La Nueva, de La 
Inmaculada de Alcorcón, de San Sebastián de Getafe y de Ciempozuelos. También a las personas de Oporto que le acompañaron durante los años que estuvo de misión, a la misioneras del Colegio de la Inmaculada de Alcorcón, a las hermanas de Mater Dei, a las hermanas hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, hermanos de San Juan de Dios, 
hermanas Oblatas del Cristo Redentor y a todas las personas que le acompañaban ese día.
Nosotros no podemos dejar de dar gracias a Dios por como hace las cosas y por cómo puso a Antonio en nuestro camino de la forma más inesperada (de hecho, muchas veces recordamos con él ese momento en el despacho parroquial, allá por Enero de 2.006 …..). Y tampoco podemos dejar de dar gracias por su entrega, por su fidelidad, por su sí sostenido, por su vocación, por su ejemplo, por sus consejos y por tantas cosas que el Señor nos da a través de él.
Os pedimos también que no dejéis de rezar por Antonio, para que siga siendo fiel al Señor, y por todos los sacerdotes que han pasado por nuestra parroquia, especialmente ahora por Carlos y Pachús.
Merche y Óscar.
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