Como el Padre me envió así os envío yo a vosotros.
Recibid el Espíritu Santo: quedan perdonados los pecados a aquellos a quienes les perdonarais y quedan retenidos a quienes se los retuviereis. (Jn 20, 21-23)
Si dijéramos que no tenemos pecado, nosotros mismos nos engañamos, pero si confesamos nuestros pecados, fiel y justo es El para perdonárnoslos y lavarnos de cada iniquidad (1 Jn 1,8-9)
No he venido a llamar a los justos sino a los pecadores (Lc 5, 32)
Los que se acercan al sacramento de la penitencia obtienen de la misericordia de Dios el perdón de los pecados cometidos contra El y, al mismo tiempo, se reconcilian con la Iglesia, a la que ofendieron con sus pecados. Ella les mueve a conversión con su amor, su ejemplo y sus oraciones.
BENEDICTO XVI CON UN GRUPO DE NIÑOS
Otra niña, Livia, le preguntó por qué era importante confesarse antes de comulgar, si siempre se comete los mismos pecados.
Sonriéndose, el Papa respondió que “en general nuestros pecados son siempre los mismos, pero hacemos limpieza de nuestra casa, de nuestra habitación, al menos cada semana, aunque la suciedad sea siempre la misma”. La confesión, recordó, es necesaria “sólo en caso de pecado grave, pero es muy útil confesarse regularmente para cultivar la limpieza y la belleza del alma, y madurar poco a poco en la vida”.
Para mas información sobre cuando se puede recibir este sacramento, mira en la sección de horarios.
Siempre hacemos dos penitenciales: una en adviento y otra en semana santa. Para conocer los horarios de este sacramento durante al semana, podéis encontrar la información en la sección de horarios.
MEDIOS PARA HACER UNA BUENA CONFESIÓN
Preguntas y respuestas sobre la confesión
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