«ES UNA MANIFESTACIÓN ELOCUENTE DE LA VITALIDAD SIEMPRE JOVEN DE LA IGLESIA, UNA EXPRESIÓN VIGOROSA DE LO QUE EL ESPÍRITU ESTÁ DICIENDO A LAS IGLESIAS AL FINAL DEL SEGUNDO MILENO». (Juan Pablo II)
Para comprender la Renovación en el Espíritu, hay que asomarse a la experiencia de los Apóstoles en Pentecostés. El Cenáculo es el lugar donde los cristianos se dejan transformar por la oración, en torno a María, para acoger al Espíritu. Y es también el lugar de donde salen para llevar «hasta los confines de la tierra» el fuego de Pentecostés. La misión de la Renovación Carismática es hacer presente hoy en el mundo la experiencia de Pentecostés. Confirma así su vocación de servicio a la Iglesia, que fue enriquecida con los carismas del Espíritu desde su nacimiento en el Cenáculo.
RENOVACIÓN EN EL ESPÍRITU
Juan Pablo II ha dicho a nuestros hermanos de Italia: «Entre los caminos misteriosos con que la Providencia vive hoy su plan de salvación, en este final del segundo milenio, es convicción nuestra que, uno de ellos, pasa a través de la Renovación en el Espíritu. Por medio del Espíritu, el Resucitado vive y actúa entre nosotros haciéndonos presente en el mundo en cada experiencia personal».
Son Palabras del Papa que definen con acierto nuestra vocación y la razón de nuestros testimonios.
NUEVO PENTECOSTÉS
La historia de la Renovación Carismática Católica está unida al concilio Vaticano II y al papel que en él se asigna a los laicos dentro de la Iglesia. En 1.961, Juan XXIII lo convocaba orando así al Espíritu Santo: «Renovad en nuestra época, como en un nuevo Pentecostés, vuestras maravillas …»
El 18 de febrero de 1.967, treinta estudiantes y profesores de la universidad de Duquesne en Pensylvania, hacían un retiro espiritual para profundizar en la fuerza del Espíritu, dentro de la Iglesia primitiva, ausente en el cristianismo que ellos veían languidecer. La llamada tuvo una respuesta sorprendente: «Lo que empezó allí, gracias a Él – explicó David Mangan- fue una capacidad nueva para estar a su escucha… «Dios tomó de su mano el formarme para lo que Él quería de mi». La experiencia de la efusión del Espíritu se repitió en las universidades de Notre-Dame, en South Bend, Indiana, y en Michigan.
Grupos que nadie planeaba, ni convocaba, se multiplicaron como pequeñas luces en un estadio. Era la libertad del Espíritu que estallaba por todas partes: «la libertad de los hijos de Dios».
Con vitalidad sorprendente, la Renovación Carismática se ha difundido por todo el mundo y en todas las confesiones cristianas, alcanzando en la Iglesia Católica la cifra de 72 millones.
En nuestra parroquia existe un grupo de oración que se reúne los lunes a las 20:30 (a las 21:00 horas en horario de verano), donde jóvenes y adultos nos unimos para orar, compartir y caminar en esta Vida Nueva, experimentado el gran amor y la acción del Resucitado y el nombre del grupo es «Teruah».
Para mas información:
https://www.parroquia-inmaculada.es/seminario-de-vida-en-el-espiritu-2014/