MISA EN LA CAPILLA DE TORRE ESPACIO:
Desde hace cierto tiempo reconozco que estoy viviendo experiencias religiosas, impresionantes , que me resultan muy difícil de explicar y si no se viven en persona. Quien diga que vivir la fe es aburrido, no sabe lo que se pierde. Yo estoy viviendo verdaderas aventuras día a día que me están haciendo crecer como persona y ayer fue uno de esos días. Quién me iba a decir que iba a asistir a misa en un rascacielos en Madrid, en el piso 33…tan cerca del cielo!!.
Cuando Pachus nos contó que en una de las cuatro torres que están al lado del hospital de la Paz, había una capilla en el piso 33 no pudimos creerle…¿Una capilla en una torre de oficinas? imposible. Pero entonces pensamos en si sería posible visitarla. Entonces empezamos a buscar información, después llamamos por teléfono y nos dijeron que había que reservar por correo ya que había horarios concretos y un número ilimitado de asistentes. Tras algunas gestiones ya teníamos reserva para la visita: el 3 de Febrero a las 14:05.
Y llego el día, fuimos cinco compañeras de la parroquia junto a Pachus, con toda nuestra ilusión. Al entrar pareció que entrabamos en la nasa por las medidas de seguridad y los chequeos!, tras presentar el DNI, nos dieron las tarjetas de identificación, y por fin pasamos. Como veis lo normal para visitar una capilla… Nos dirigimos al ascensor y de repente nos encontramos en la planta 18 y a los cinco segundos en la 33, a una velocidad impresionante.
Cuando en la planta 33 miramos por las ventanas, nos quedamos sin palabras ¡Qué vistas, pero si se veía todo Madrid!!. Según te aproximabas a la ventana sentías una impresión , un vértigo, y estábamos tan cerca estábamos del cielo, que sentíamos tener contacto directo con el Señor, que privilegio!. Pachus entró primero en la capilla y luego nosotras, fue indescriptible las sensaciones que tuvimos, lo maravillosa que era la capilla, tan grandiosa y a la vez tan acogedora. Además no estábamos solos ya había trabajadores rezando y esperando a que la misa empezara.
En esos momentos pensaba que era un gozo tener en tu lugar de trabajo, al igual que tienes una cafetería o salas de reuniones, una capilla a la que puedas asistir cuando te apetezca, cuando quieras tener un contacto directo con el Señor. Además el Sagrario tiene una luz verde, en esos momentos encendida, para indicar que el cuerpo Cristo estaba presente. Además esa luz es vista desde fuera del rascacielos, para recordar a todos los que la miren que Cristo está allí presente.
Había ocho bancos en la capilla y en cada banco cabíamos 4 personas, y hubo gente que se tuvo que quedar de pie. Cuando ocupe mi sitio lo primero que vi fue una gran figura de Cristo en la cruz que estaba colocado delante de un gran ventanal y como fondo un gran cielo azul, porque encima el tiempo nos acompañó y el sol brillaba con gran intensidad. La misa empezó, al darla Pachus, con su entrega y forma de llegar sentir sumado al entorno en el que estábamos, me encontré transportada al cielo y cuando miraba de frente solo veía la imagen de cristo en el cielo.
La misa se pasó volando, la liturgia de la palabra, la homilía, las ofrendas, la consagración y los minutos de oración, todos los momentos fueron maravillosos. Al acabar la misa sentía una paz interior difícil de entender para los que no viven la eucaristía abriendo el corazón para dejar entrar al Señor en él.
Hay dos cosas que me llamaron la atención, lo primero la posibilidad de tener una capilla dentro de tu lugar de trabajo y que haya gente que acude a ella, cuando el mundo en que vivimos el proclamarse cristiano y acudir a misa no está en la onda. Lo segundo fue la edad de la gente que asistía a la capilla, gente joven, gente que necesita la presencia del Señor en su vida, todo fue tan especial.
Por ultimo quiero dar las gracias a Pachus por darnos la oportunidad de vivir esta experiencia, por permitirnos vivir la fe de una manera tan activa y amena, y por hacer que cada sea una aventura en la Fe. Gracias también a mis compañeras por acompañarme en estas vivencias. Y sobretodo, gracias a Dios por estar en mi vida.
Por cierto la misa estaba dedicada a la madre de Pachus que como sabéis está en el hospital y que es un ejemplo de Fe. Ella está en las oraciones de todos nosotros y pedimos al Señor por su pronta recuperación.
Se despide una católica que cada vez está más orgullosa de serlo.
Que Dios os bendiga.
Arancha.
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