Camino Neocatecumenal

«VENID A MI TODOS LOS QUE ESTÁIS FATIGADOS Y SOBRECARGADOS, Y YO OS DARÉ DESCANSO» (MT. 11, 28)

A todos los que buscáis conocer a Dios, todos los que vuestra vida carece de sentido, todos a los que el sufrimiento os tiene atenazados, CRISTO TIENE UNA RESPUESTA PARA TI.

El Camino Neocatecumenal está al servicio de los obispos y de los párrocos como itinerario de redescubrimiento del bautismo y de formación permanente en la fe, y es propuesto a los fieles que deseen reavivar en su vida la riqueza de la iniciación cristiana.

El Camino –cuyo itinerario se vive en las parroquias, en pequeñas comunidades constituidas por personas de diversa edad y condición social– lleva gradualmente a los fieles a la intimidad con Jesucristo y los transforma en sujetos activos en la Iglesia y testigos creíbles de la Buena Noticia.

 

¿Qué es el Camino Neocatecumenal?

El Camino Neocatecumenal nace en el año 1964 en las chabolas de Palomeras Altas, en Madrid (España). Entre los pobres y marginados que, al recibir el anuncio de Cristo muerto y resucitado, ven cómo el Espíritu Santo suscita un proceso de iniciación cristiana a imagen del catecumenado de la Iglesia primitiva.

A principios de los años 60, Francisco José Gómez Argüello (Kiko), un pintor español, Premio Nacional de Pintura en 1959, después de una crisis existencial, descubrió en el sufrimiento de los inocentes el misterio de Cristo Crucificado, presente en los últimos de la tierra. Esta experiencia le llevó a abandonar todo y, siguiendo las huellas de Charles de Foucauld, se fue a vivir entre estos pobres de Palomeras Altas.

En este proceso recibe la inspiración de la Virgen María: “Hay que hacer comunidades cristianas como la Sagrada Familia de Nazaret, que vivan en humildad, sencillez y alabanza. El otro es Cristo”.

Carmen Hernández, también española, licenciada en Química, se forma en el Instituto de Misioneras de Cristo Jesús. Se licencia en Teología con los Dominicos de Valencia y descubre la renovación del Concilio Vaticano II a través del liturgista Mons. Pedro Farnés Scherer.

Después de dos años en Israel en contacto con la tradición viva del pueblo judío y los lugares de Tierra Santa, regresa a Madrid con la esperanza de formar un grupo misionero para evangelizar a los mineros de Oruro (Bolivia), gracias al entonces arzobispo de La Paz, Mons. Jorge Manrique Hurtado. A través de una hermana suya entra en contacto con Kiko Argüello en las barracas de Palomeras, se construye una chabola sobre la tapia de una fábrica y comienza a colaborar con él.

El temperamento artístico de Kiko, su experiencia existencial, su formación como catequista en los Cursillos de Cristiandad y el impulso de evangelización de Carmen, su preparación teológica, su conocimiento del Misterio Pascual y de la renovación del Concilio Vaticano II, unido al ambiente de los más pobres de la tierra, constituyeron el laboratorio que dio lugar a una síntesis kerigmática, teológico-catequética, que es la columna vertebral de este proceso de evangelización de adultos en que consiste el Camino Neocatecumenal.

Así nació la primera comunidad fundamentada en el trípode: Palabra de Dios-Liturgia-Comunidad, conduciendo a una comunión fraterna y a una fe madura.

Después de formase la primera comunidad entre los pobres y de que Kiko y Carmen fueran invitados por algunos párrocos de Madrid a llevar a sus parroquias esta experiencia, así como a Zamora, en diversos tipos de ambientes.

Kiko y Carmen llegaron a Roma en julio del año 1968. Don Dino los acompañó a visitar a algunos párrocos, a los que explicaban qué era el Camino y cómo había comenzado entre los más pobres de Madrid. Sin embargo, la renovación del Concilio todavía no era del todo entendida y no les acogieron. Fue entonces cuando Kiko sintió la llamada de Dios a irse de nuevo a vivir entre los pobres del Borghetto Latino de Roma, a la espera de que el Señor les manifestase su voluntad.

Ya instalado Kiko en esta zona degradada de Roma, varios jóvenes quedaron impresionados de su experiencia y lo invitaron a un congreso de comunidades de base en la localidad de Nemi (a las afueras de Roma). Poco después, Kiko llevó a este grupo de jóvenes de retiro, tras el cual le plantearon la posibilidad de que comenzase a impartir las catequesis del Camino en su parroquia. De esta forma, el 2 de noviembre de 1968 nació la primera comunidad neocatecumenal de Mártires Canadienses con 70 personas. El Camino se fue extendiendo en otras parroquias y al equipo formado por Kiko y Carmen se incorporó el P. Mario Pezzi.

En el año 1974, el papa Pablo VI, en una audiencia concedida a las primeras comunidades neocatecumenales, reconoce el Camino como un fruto del Concilio Vaticano II: “¡He aquí los frutos del Concilio! Vosotros hacéis después del Bautismo lo que la Iglesia primitiva hacía antes: el antes o después es secundario. El hecho es que vosotros miráis a la autenticidad, a la plenitud, a la coherencia, a la sinceridad de la vida cristiana. Y esto tiene un mérito grandísimo, que nos consuela enormemente (…) ¡Cuánta alegría nos dan con su presencia y actividad!”.

Los sucesivos pontífices han impulsado y reconocido el Camino como fruto e inspiración del Espíritu Santo para ayuda de la Iglesia. Incluso Juan Pablo I, que siendo patriarca de Venecia había acogido a Kiko y Carmen para comenzar el Camino en la diócesis.

San Juan Pablo II impulsó, fortaleció y facilitó el desarrollo de esta iniciación cristiana de adultos, propiciando nuevas modalidades misioneras y vocacionales como las familias en misión y la formación de los seminarios diocesanos misioneros Redemptoris Mater.

En 1990 san Juan Pablo II escribió en la carta Ogniqualvolta: “Reconozco el Camino Neocatecumenal como un itinerario de formación católica válida para la sociedad y para los tiempos de hoy”, y “deseo vivamente, por tanto, que los hermanos en el episcopado valoricen y ayuden –junto con sus presbíteros– a esta obra para la nueva evangelización”.

San Juan Pablo II fue el impulsor de los Estatutos del Camino Neocatecumenal a partir de 1997. Durante el pontificado de Benedicto XVI, en 2008, fueron aprobados los Estatutos de manera definitiva por el Pontificio Consejo para los Laicos. A su vez, la Congregación para la Doctrina de la Fe da su aprobación doctrinal al Directorio Catequético en el año 2010.

 

Comunidades Neocatecumenales en nuestra parroquia

Las comunidades en nuestra parroquia tienen dos encuentros a la semana:

– Martes, miércoles o jueves a las 21:00 para celebrar la Palabra.

– Sábados a las 20:30 para celebrar la Eucaristía.

– Convivencia de domingo una vez al mes.

Actualmente nuestra parroquia cuenta con 3 comunidades.

 

 

Para mas información:

http://www.camino-neocatecumenal.org

https://www.parroquia-inmaculada.es/gran-mision-parroquial/

https://www.parroquia-inmaculada.es/envio-de-domingo-linares/